Al restaurar piezas antiguas o que se han deteriorado con el tiempo, conseguimos devolverles el esplendor que tenían en el pasado, o sacar a la luz esa cosa tan especial que descubrimos en ella.
Este trabajo lo hice hace tiempo, pero todavía no os lo había enseñado. Esta preciosa lámpara de forja es de los años cuarenta, la típica dorada que, por el paso del tiempo, el metal está manchado e irrecuperable. Como nos daba pena tirarla porque era de la familia me planteé su restauración.
Tras desmontar todas las piezas y un buen lijado, di un tratamiento para que se precipitase el hierro, convirtiéndola en forja negra, finalizando con una paletina a pincel seco. De esta manera se consiguió recuperar la lámpara.
Prueba superada!!!! te faltaba el hierro...No me lo puedo creer.Todo , todo me encanta
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