Este mueble lo hizo mi suegro José Arcís, un gran ebanista y, ¡por supuesto que merecía una segunda oportunidad!.
Primero tuve que limpiarlo muy bien con la fórmula que aprendí en los cursos de Restaura y Recupera con Yolanda, verdaderamente superefectiva.
Después de unas manos de imprimación, utilicé un color azul muy dulce.
Me encantó el papel pintado de florecillas en tonos azules y combinarlo con el papel liso con el que forré el armario por dentro y el de rayas para los cajones.
Pinté los herrajes, terminando con una pátina en plata para resaltar los volúmenes.
Por último, rematé los cantos del armario con las cantoneras pintadas. Y éste es el resultado:
¡Cada vez me gusta más trabajar este estilo de muebles, darles otra vida y seguir disfrutándolos otro montón de años!
Que bonito te quedó! Me gusta el papel y el color que has escogido.
ResponderEliminarBesitos!
¡Hola, Julia! Llegamos a ti a través de Inventando Baldosas amarillas. Nos has dejado impresionadas con la restauración de este armario. Si ya era bonito, ahora es espectacular. ¡Enhorabuena y que lo disfrutes muchísimo!
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y