viernes, 8 de mayo de 2015

Oxidación

Ya sabemos que lo vintage está de moda, pero también nosotros podemos hacer que objetos metálicos parezcan viejos y muestren el paso del tiempo, hacer muebles con aspecto envejecido, tratar herrajes y que queden con una pátina que sólo da el paso de los años.


Empecé asistiendo a un curso de metales y ahora la oxidación es otra de mis pasiones.  Creo que he oxidado de todo, la imaginación al poder!!


Este fin de semana pasado viendo unas ruinas romanas en el Duomo de Milán, me enamoró la oxidación que habían sufrido las monedas por el paso del tiempo.  Y eso mismo intento hacer con una técnica casera que nos posibilita precipitar la oxidación, ya que los productos químicos reaccionan con el oxígeno.  Un oxidador por experiencia es el vinagre caliente mezclándolo con sal gorda, esta fórmula es infalible, precipita rápidamente.



Dependiendo del metal (reaccionan de manera diferente y con distintos periodos de tiempo), algunas veces hay que repetir el proceso,   Todos los metales se pueden oxidar, pero los cromados sólo se oscurecen y el latón toma un tono azul-verdoso.



Mi aficción llega hasta tal punto que lo he intentado en metal, cristal y madera.  En las fotos podéis ver los distintos efectos de acabado, conseguimos que las horas se transformen en años tratándolos con esta sencilla solución.



La madera sin tratar sufre una oxidación que hace aguas en distintos tonos.  Si se realiza en madera pintada la oxidación es espectacular.





Esto no acaba aquí, pues yo sigo experimentando.  Animaros, y ante cualquier duda, no dudéis en poneros en contacto conmigo.


miércoles, 22 de abril de 2015

Mesa auxiliar redonda

¡Hola a todos!

Después de tanto tiempo sin escribir, hoy quiero enseñaros uno de esos muebles olvidados que al restaurarlos podemos seguir disfrutando otro montón de años.

El septiembre pasado subí a Barcelona a ver a mi hermano y cuñada, que es como estar en casa, compartiendo charlas, pelis y paseos por la playa.   Todo un lujo poder ir a ver a su amigo payés que cultiva unas verduras estupendas. Uf, qué tomates, de esos que saben a tomate pero de verdad.  ¡Qué sorpresa cuando vi en un rincón de su inmenso huerto esta preciosidad!




 ¡Manos a la obra!

Lo primero anticarcoma porque hasta se podía oír el ruido que producían.  Inyectando agujero por agujero  con infinita paciencia para no dejar ni uno,  una pasada generosa con pincel para que penetrara bien, bolsa de plástico bien cerrada y a esperar un mes sin tocarla en sitio fresco.






Después limpieza con nuestra maravillosa fórmula y a emplearse a fondo hasta dejarla así de bonita

Me encantó la beta tan bonita que apareció y decidí tan sólo pintar las patas, encerándola para darle un aspecto natural.  

Para las patas elegí un tono gris que me pareció espectacular de las pinturas de Restaura y Recupera, hechas con pigmentos naturales por mi amiga Yolanda. Pero antes de pintarlas hice un decapado muy suave para dar más volumen. 


Espero que os guste el resultado tanto como a mí.